Podríamos denominarlo
obsesión por conseguir el cuerpo perfecto. También podríamos definirlo como
obsesión por tener la mejor imagen posible. Ambas preocupaciones suelen
intentarse resolver matriculándose en los gimnasios, pero también la
innovación hace estragos entre estos locales como si de discotecas se tratase.
Por eso, ya no basta el criterio de cercanía al domicilio o al trabajo, se
busca que sea nuevo, que adopte las últimas tendencias y técnicas para ponerse
en forma o que tenga una fama singular por todo ello.
La conclusión es que la
población en general se divide en dos grandes bloques: los que cuidan su
figura, su dieta y su estilo de vida de manera continuada al margen de las
modas, y los que cada temporada se proponen una incursión en los gimnasios, en las clases de inglés y se
apuntan a la última dieta de los famosos.
Cada mes de enero y
cada septiembre, legiones de presuntos culpables de ambos sexos asaltan los gimnasios con el propósito, una vez
más, de corregir todo aquello que hizo que se vieran con unos kilos de más y
sin el cuerpo 10 que toda la vida siguen deseando. Y aquí es donde comienza el
peregrinar por salas de entrenamiento, las tablas de ejercicios y los
propósitos de alcanzar la meta soñada.
Motivaciones aparte,
queda claro que el entrenamiento monitorizado, el ejercicio planificado y el
coaching personal se han instalado en la mentalidad colectiva como si fuese una
necesidad imperiosa. Los gimnasios proliferan
cada vez como templos de concentración donde todas estas personas coinciden en
su preocupación por el bienestar, la salud y el culto a la imagen como modo de
vida o carta de presentación. Una manera más de estar en el mundo.
Es un sector donde el
marketing cumple una baza fundamental, ya que ejercicio es sinónimo de esfuerzo
y el esfuerzo tiene una connotación negativa que no todos están dispuestos a
asumir. Por lo tanto, si los gimnasios
adoptan la idea y el concepto de la salud, de la diversión y el bienestar
combinados con la visión de una evolución vital positiva, atraen a un público
interesado no sólo en mejorar su tono muscular o un cambio físico evidente,
sino que se les ofrece un estilo de vida moderno y privilegiado.
Mantener un cuerpo saludable con una dieta equilibrada y ejercicio debería convertirse en un hábito. No es cuestión sólo de tener un cuerpo 10 sino de asegurar un estado de salud óptimo. También nos ayuda incorporar a nuestra dieta complementos alimenticios 100% naturales que cubran posibles deficiencias y estimulen nuestro sistema inmunitario. Yo los compro en la web de Quema grasas mujer.
ResponderEliminarHacer deporte es tan importante como mantener una alimentación sana.
ResponderEliminarTu nutricionista personal te puede indicar la mejor dieta para ti.